Parece que las vacaciones ya van pasando y que el fin del verano está a la vuelta de la esquina. Por lo que se hace inevitable pensar que hay que volver a la rutina. Llega el temido momento, decides subirte a la báscula y te llevas un "chasco" de campeonato. Tu cabeza empieza a decirte: "Lo has tirado todo por la borda", "Un año de esfuerzo duro para llegar a esto", etc. Pero tranquilo, no nos pongamos tremendistas. Es probable que hayas cogido "algo" de peso (comidas fuera de casa, más retención de líquidos, menos actividad...). Nada que la vuelta a la rutina no pueda remediar.
Con este artículo voy a darte unas pautas que seguro te harán ver las cosas de otra manera.
Piensa que el verano está para disfrutar y que un buen descanso hará que empieces el nuevo curso con muchas ganas y a tope de energía. Eso sí, si ves que te has pasado mucho, para las próximas vacaciones, intenta ser más comedido. Todo en su justa medida es bueno.
Fija un objetivo. Plantea un objetivo asequible a medio plazo: correr una carrera de cualquier distancia, apuntarse a un torneo, perder peso, mejorar tu estado físico, una oposición, mejorar tu apariencia física, empezar a correr, cambiar de hábitos alimenticios...
Elabora una estrategia. Una vez que hemos planteado el objetivo que queremos conseguir debemos contar con un plan para poder alcanzarlo. Es importante ser realista y contar con los medios que tenemos. Si estás perdido o quieres contar con la ayuda de un profesional yo estaré encantada de asesorarte y guiarte a lo largo del proceso.
La báscula, ¿sí o no? Pues la respuesta es un poco ambigua, sí debemos utilizarla, pero sin obsesionarnos, es decir, tomarla como una medida más. Como reza el dicho: "Lo que no se mide, no cuenta". Si quieres comprobar tus progresos es recomendable:
Partir de una evaluación inicial para saber si avanzamos o no.
Tomarse medidas con una cinta métrica y apuntarlo.
Hacerse fotos: siempre intentando que tengan una luz adecuada.
Pesarse utilizando siempre la misma báscula a ser posible.
Anotar todos estos datos y repetirlo cada X tiempo para comprobar los avances.
4. Por último, disfruta del proceso. No tengas prisa, "Roma no se hizo en un día". Los cambios tardan tiempo en apreciarse. Además, buscamos objetivos saludables que perduren en el tiempo.
Ahora es el momento, ¿qué dices? ¿empezamos?
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